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La opinión pública y la cuestión ambiental
Principales problemas ambientales
Un buen primer paso para resolver un problema, es reconocerlo como tal. Desde hace ya algunas décadas, asuntos vinculados a la contaminación, el cuidado del ambiente o el cambio climático han comenzado a ocupar un lugar relevante en la agenda política, social y cultural, tanto a nivel mundial como regional y local.
A pesar de ello, en Uruguay el peso de la cuestión ambiental en relación a otros problemas y preocupaciones sociales -tales como la (in)seguridad, el desempleo, la educación o la situación económicaes aún marginal.
Si bien proliferan informes que dan cuenta de cambios ambientales que afectan a la región y al país, a lo que se suman algunos eventos puntuales recientes , en la opinión pública este no es aún un tema que resulte alarmante.
Datos del último Monitor Ambiente de Equipos Consultores (julio de 2023), indican que solo un poco más del 20% de la población considera que la situación ambiental (del Uruguay y de la ciudad en la que vive) es “mala” o “muy mala”.
De todos modos, cerca del 40% advierte que las condiciones ambientales están empeorando, y gran parte de la población (en más del 80%) considera que el cambio climático ya está afectando a los habitantes del planeta.
Entre los principales problemas ambientales percibidos, la “disposición y la gestión de la basura” y los “problemas vinculados al agua (contaminación, escasez y calidad)” se han consolidado como los principales problemas ambientales del país. De hecho, desde la década de los 80’, diferentes estudios ubican al problema de la gestión de los residuos como el problema ambiental por excelencia.
¿Cómo evalúa la población sus esfuerzos y los de otros actores para el cuidado del ambiente?
La responsabilidad es del otro. Diversos autores y perspectivas sociológicas han coincidido en que el sujeto de las sociedades modernas occidentales se ha caracterizado por un repliegue hacia su individualidad y esto, posiblemente, sea consecuencia de la creciente crisis de legitimidad de algunos referentes simbólicos que anteriormente organizaban y daban sentido al individuo y a las sociedades. No obstante, este repliegue puede no solo reflejarse en actitudes, sino también en un potencial descreimiento en el otro y en su accionar.
Hoy, 8 de cada 10 uruguayos dice estar realizando sus mejores esfuerzos para el cuidado del medio ambiente y esta consideración sobre los esfuerzos es homogénea si lo observamos en función de variables habitualmente de interés para el análisis de fenómenos sociales (edad, nivel educativo, lugar de residencia y ocupación). Sin embargo, cuando las personas son consultadas por los esfuerzos de la población en general, apenas un poco más del 20% dice que los demás están haciendo sus mejores esfuerzos.
Tampoco es unánime la evaluación del accionar del Estado y de las empresas en relación a cuestiones ambientales. En ambos casos, son principalmente los más jóvenes y los encuestados de niveles educativos más altos, quienes en mayor medida consideran que los esfuerzos de estos actores no son los mejores.
Prácticas para el cuidado del ambiente
Tal como observamos anteriormente, la amplia mayoría de la población considera que está realizando sus mejores esfuerzos para el cuidado del ambiente, sin embargo, no siempre suele traducirse en prácticas concretas que pueden considerarse beneficiosas desde el punto de vista ambiental.
Es más, si bien en general son los jóvenes quienes declaran mayor preocupación por estas cuestiones, cuando analizamos algunas prácticas que suelen ser entendidas como beneficiosas para el cuidado de los recursos naturales, son las personas de mayor edad quienes declaran realizarlas con mayor frecuencia. En definitiva, la preocupación declarada por la situación ambiental no parece traducirse necesariamente en acciones concretas.
Acciones tales como el cuidado de la energía eléctrica o del agua, suelen realizarse por un gran porcentaje de la población y así se observa en las últimas mediciones. El uso de la bolsa de tela, que significaría una reducción en el uso de bolsas de plástico, se ha mantenido estable cerca del 60%. Sin embargo, son considerablemente inferiores los porcentajes de personas que realizan algunas otras prácticas, tales como clasificación de residuos, actividades de reciclado, elección de productos en envases retornables o envases reciclados.
FICHA TÉCNICA
Público objetivo: El universo de estudio fueron todas las personas de 18 años y más, residentes en localidades mayores a 2.000 habitantes en todo el territorio nacional.
Modo de encuesta: El sistema se basa en encuestas domiciliarias (cara a cara).
Cuestionario: El instrumento de relevamiento consiste en un cuestionario estructurado, compuesto mayoritariamente de preguntas cerradas.
Diseño muestral: Las personas encuestadas fueron seleccionadas del total en base a una muestra estratificada, probabilística, multietápica de hogares, que utiliza cuotas de sexo y edad para la elección final del entrevistado.
Tamaño muestral: El tamaño muestral efectivo del sistema regular fue de 704 casos, con lo que el margen de error máximo esperado para las estimaciones es de +- 3.7%, dentro de un intervalo de confianza del 95%. Se abarcaron 176 puntos muestrales en todo el país.
Ajuste y ponderación de los datos: Los resultados fueron ajustados según sexo, edad, nivel educativo, región y condición de ocupación de los encuestados, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Trabajo de campo: Las encuestas se realizaron entre el 27/07 y el 07/08 de 2023.