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Inteligencia artificial en el mundo del trabajo
La aparición pública de CHAT GPT en el mes de noviembre de 2022 activó de forma notoria la discusión pública acerca de la incorporación acelerada de la inteligencia artificial (IA) en distintas esferas de la vida de las personas, y en particular en el mundo del trabajo. Esta herramienta no hizo más que objetivar una situación que es motivo de debate y de cierta “preocupación” sobre el futuro del trabajo desde hace bastante tiempo, a nivel nacional como internacional.
Hace décadas que el trabajo está cambiando lentamente de naturaleza, pero en los últimos meses debido al contexto pandémico los cambios se han acelerado, haciendo visible para una comunidad más amplia que la estrictamente tecnológica algunas posibilidades reales de incorporar IA al proceso de trabajo de forma exitosa. En este marco, es necesario comenzar a observar qué características adopta esta incorporación.
El mundo del trabajo está inserto en una dinámica de competitividad global, pero en él intervienen distintos actores que negocian y despliegan estrategias a nivel local; muchas de ellas están orientadas a mejorar la eficiencia y la productividad, pero éstas están en relación con los recursos disponibles y del vínculo (uso) que se establezca entre la IA y los trabajadores. Estas estrategias operan en el devenir del mundo del trabajo y la relación que se establezca entre todos estos aspectos moldea, inevitablemente, estas transformaciones y su sentido. Lejos del determinismo tecnológico es necesario analizar esta incorporación en contexto teniendo claro cuál es la situación actual del mundo del trabajo uruguayo, en particular, la situación de los distintos tipos de personas trabajadoras y su relación con la IA. Por tanto, en cada contexto debería observarse cuál es la configuración que comienza a delinearse.
Bajo esta premisa, en el Monitor Trabajo de Equipos Consultores, hemos incluido algunos indicadores orientados a obtener una primera aproximación acerca de cuan extendidas están estas herramientas y cuál es la evaluación que los trabajadores hacen sobre la incorporación en el mundo productivo, puesto que si bien investigaciones anteriores realizadas en Uruguay sobre cambio tecnológico (Apella, Rofman y Rovner, 2020; Apella y Zunino , 2017) ya han señalado las consecuencias por ejemplo de la automatización, también hay consenso que se crean nuevos trabajos y oportunidades.
Lo cierto es que el trabajo está cambiando y necesitamos comprender hacia donde para adelantarnos a los impactos reales –ya no estimados con múltiples supuestos- que la incorporación de la inteligencia artificial puede tener sea en el plano de la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos, así como en la adaptación a cambios en la forma de trabajar.
Lo anterior adquiere mayor relevancia si se considera un aspecto esencial, que también ha sido puesto en cuestión, y tiene que ver con la responsabilidad ética asociada al uso y la implementación de la IA, garantizándose un uso justo y equitativo para beneficio de la sociedad en su conjunto. Esto supone ser conscientes de los diferentes sesgos que la IA puede introducir, tema ya advertido por investigadores de distintas partes del planeta, y respecto a los beneficios que representa para algunos segmentos poblacionales en particular.
Intentando contribuir a la investigación sobre las transformaciones en el mundo del trabajo, en lo que sigue se realiza una primera aproximación acerca del conocimiento y evaluación sobre la IA que tienen las personas trabajadoras en Uruguay.
Un conocimiento segmentado y ¿aparente?
El conocimiento sobre inteligencia artificial alcanza a buena parte de la población trabajadora: aproximadamente un 70% dice haber visto, leído o escuchado hablar de IA. Se aprecia una fuerte segmentación del conocimiento declarado según el nivel educativo de las personas trabajadoras: el 94% de quienes tienen un nivel educativo terciario declaran conocer algo de inteligencia artificial, mientras que este porcentaje desciende casi a la mitad de quienes tienen educación media básica o menor nivel educativo.
Pero este conocimiento se relativiza al preguntar a las personas trabajadoras por herramientas específicas de IA. De esta manera, el conocimiento de herramientas específicas baja al 40%, manteniéndose la diferencia por nivel educativo vista anteriormente. No obstante, no todos quienes dicen conocer herramientas logran identificarlas correctamente, por lo cual el nivel de conocimiento declarado también vuelve a relativizarse. De esta manera, frente al 70% inicial de conocimiento sobre inteligencia artificial, solo el 24% del total de las personas trabajadoras logra mencionar correctamente una herramienta de IA: este segmento representa el 7% de quienes tienen nivel educativo de ciclo básico o menos, el 20% de los que tienen bachillerato y el 50% de quienes tienen un nivel terciario.
Nuevamente, y en línea con lo mencionado, la inteligencia artificial es algo que está relativamente presente como noción fundamentalmente en las personas trabajadoras con nivel educativo formal alto. Esto puede representar un diferencial respecto al resto de los trabajadores, sobre todo en relación a la capacidad de anticiparse a posibles usos y cambios asociados.
Asimismo, se consultó sobre el conocimiento y uso del ChatGPT. El 20% de los trabajadores dice haber visto, leído o escuchado hablar del mismo, y el 9% declaró haberlo usado. Como puede observarse en la gráfica a continuación, lógicamente, se mantiene la misma segmentación de uso por nivel educativo.
Uso de la Inteligencia Artificial en el trabajo y evaluación heterogénea: entre el desconocimiento, la indiferencia y la potenciación
El mismo patrón se observa al consultar sobre el uso de la IA en el trabajo, el 11% de quienes trabajan declaran haber usado alguna herramienta de inteligencia artificial en su trabajo con una clara diferencia de declaración entre quienes tienen un nivel medio y alto frente a los niveles más bajos.
Sobre la evolución del impacto que las herramientas de inteligencia artificial pueden tener en el trabajo en el futuro próximo destaca la heterogeneidad de la evaluación. No parce existir consenso sobre el impacto de éstas en el futuro cercano. Por un lado es evidente que esta evaluación está asociada al desconocimiento que ya se ha señalado. De esta forma puede comprenderse que el 23% de las personas trabajadoras no sepan o no contesten cual creen que será el impacto de las herramientas de IA en su trabajo. Casi un 30% entiende que no tendrá impacto, un 20% menciona que será negativo y un 30% que el impacto será al menos algo positivo.
Frente a esta heterogeneidad general, es notoria la diferencia en términos de evaluaciones positivas que realizan las personas trabajadoras con mayor nivel educativo. Existe una clara diferencia de posicionamiento frente al tema, lo cual probablemente este relacionada al conocimiento y, por tanto, a las posibilidades de uso. Este resultado es relevante dado que donde predomina una visión positiva sobre el impacto potencial de la inteligencia artificial en el trabajo es en las personas de niveles educativos altos, quienes encuentran beneficios en su incorporación, en comparación a las personas trabajadoras con niveles educativos más bajos, quienes tienen hoy una lejanía en términos de conocimiento y uso que es importante rescatar por las posibles consecuencias que esto puede tener en términos de visualización de riesgos laborales asociados al puesto como por ejemplo las posibilidades de automatización o la gestión algorítmica de la carga de trabajo, la selección y otras.
Comentarios finales
Esos resultados son importantes puesto que ayudan a relativizar algunas afirmaciones que suelen escucharse respecto a la fuerte presencia en el imaginario de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo. Al menos a nivel de las personas trabajadoras, esta presencia parece no ser tal. Los datos también nos vuelven a indicar las diferencias en el mundo del trabajo en términos de conocimiento, cercanía, uso y sentido de la afectación diferencial. En este sentido, debe tenerse en cuenta como la IA es vista por parte de un segmento del mundo del trabajo como positiva frente a otra en la que existe desconocimiento o indiferencia. Las consecuencias en términos de la evaluación y visualización en uno y otro caso, sabemos, no van a ser inocuas de cara al futuro.
Artículo escrito por María Julia Acosta.